Ana es una niña de once años; pelirroja; pecosa y muy traviesa. Es huérfana desde los tres años y; por error; termina como hija adoptiva de los hermanos Matthew y Marilla Cuthbert; en la granja de Tejas Verdes. Ellos esperaban un muchacho alto y fornido; pero en su lugar apareció Ana. A pesar de la inicial oposición de Marilla; Ana consigue convencerlos de que no la devuelvan al orfanato. La niña se integra rápidamente en el nuevo hogar; y al cabo de poco tiempo ya nadie en la Isla del Príncipe puede imaginarse la vida sin Ana que gracias a su carácter imaginativo y despierto logra encandilar a todos los habitantes de Avonlea; el pequeño pueblo pesquero ficticio en la Isla del Príncipe Eduardo donde se desarrolla la historia a finales del siglo XIX.