Bajo el recurso de una extensa carta se delinea ante nosotros, en un texto ficcional, una época. Ser joven en una época. Haber sido joven a fines de los 60 y en los primeros 70. Dice (hace decir) Miguel Gaya en el poema último: Alguna vez hemos escrito con orgullo un poema sobre nuestra generación. Alguna vez hemos hecho un recuento de logros, errores y fracasos. Supongo que es cierto, fuimos una generación. Hicimos algo que antes nadie hizo. También hicimos algo por última vez en el mundo. Dice también: No seré yo quien lo cante. No seré yo quien lo cuente. Pero en esta novela nos lo ha contado y lo que nos ha contado se ha convertido en canto. María Teresa Andruettoá