Cenicienta es pura dulzura y bondad, pero su madrastra y sus hermanastras son tan malas, que la tienen todo el día de acá para allá: lavando, planchando, limpiando. Un día, el rey organiza un gran baile al que Cenicienta tiene muchas ganas de ir, pero ¿cómo puede hacerlo si ni siquiera tiene un vestido ni un par de zapatos? Con la ayuda de su hada madrina, Cenicienta se convierte en una hermosa muchacha, pero no debe olvidarse de volver del baile a la medianoche, o de lo contrario todo el sortilegio habrá desaparecido.