'Ayer tendría que haber matado a mí madre y a mi hermana, pero en vez de apuñalarlas me comí medio lemon pie y lloré' Así comienza el diario de Lucía González, una treintañera con algunos kilos de más, que vive sola, gana poco y lleva una vida opaca. Tiene una hermana menor, Irina, 'la perfecta', y una madre que nadie le envidiaría. En una cena familiar, Irina anuncia que se va a casar. Lo que empieza como un festejo se convierte en amargura para Lucía cuando escucha, sin proponérselo, la apuesta que su madre hace con la hija menor: 'Va a ir sola, gorda y vestida de negro al casamiento. Es más, si va con un novio, yo pago toda la fiesta. Y nada de amigos, compañeros de trabajo o acompañantes de favor; un novio de verdad'. Muerta de rabia, Lucía decide en silencio desafiar esa apuesta. Tiene siete meses y medio para conseguir un novio 'normal' y está dispuesta a hacer cualquier cosa para lograrlo: salir con compañeros de trabajo, convocar a viejos amantes, buscar pareja en Internet. Cada cita es una oportunidad que no puede dejar pasar: un indigenista; un hombre obsesionado con su celular; un contador amarrete; un adicto a la televisión; un fanático del fútbol; un depresivo que habla con diminutivos. Lo que sea, con tal de ganarle a su madre. Ciega a citas es el diario de una búsqueda llena de situaciones increíbles pero reales, emotivas, crueles o divertidas; una búsqueda que vale la pena acompañar, aunque unos cuantos ya conozcan el final.