"Un cielo tan sucio solo se limpia con una tormenta". Noche tras noche, en una Buenos Aires desastrada, tres personajes van entrelazando sus destinos. Un joven llegado del noroeste ancestral, heredero de saberes prohibidos, escucha el dolor enterrado bajo las raíces de los árboles. Un escritor escéptico recupera el impulso de su juventud perdida, cediendo a la tentación de hacer justicia por propia mano. Una mujer se desprende de la vida anodina a la que se ha dejado arrastrar y se atreve a vivir una nueva, peligrosa identidad. Se descubren, todos ellos, una insospechada capacidad de violencia. Con una narración donde la decadencia de una sociedad fracturada dialoga con la fuerza de lo imaginario, Edgardo Cozarinsky se pregunta, como sus personajes, "si solo la violencia ayuda donde la violencia reina".