Jihye es una chica «normal y corriente» -empezando por su nombre, uno de los más comunes en Corea- con un carácter más bien apocado. En la Academia Diamant, donde trabaja como becaria, tolera en resignado silencio los disparates de sus jefes mientras aprende a dominar con maestría el arte de poner los ojos en blanco y a llevar cafés de manera servicial con la esperanza de lograr algún día un puesto fijo en la empresa. Sus esfuerzos por soportar la hostilidad de este ambiente de trabajo se ven alterados con la llegada de Gyuok Lee, el nuevo becario -una versión pacifista del protagonista de V de Vendetta-, que les habla de «subversión» y convence a Jihye y a un par de compañeros más de que deben tomar la justicia por mano propia. Así empiezan a perpetrar pequeños «contraataques» dirigidos a superiores, políticos y a todo aquel que se empeñe en abusar de su posición para aprovecharse de los más débiles.