Cristina Civale, periodista y escritora, se asoma al mundo ¿trans¿ a través de nueve crónicas que recorren varios de estos aspectos del concepto "frontera". Desde los cruces que suceden en la zona sospechada, caliente y mítica de la Triple Frontera, hasta la trágica mutación del monte chaqueño, el Impenetrable, donde los aborígenes son rehenes del cultivo de la soja transgénica. Las fronteras del sexo, las adicciones, la marginalidad, la religión, la locura, aparecen en movimiento en estas nueve crónicas. Nueve fotografías que captan el preciso momento en que el mundo se corre de su eje y cambia para siempre. La frontera se ha convertido en uno de los espacios que definen la vida contemporánea. Pasar de un país a otro: como turista, como invitado, como refugiado, como mercadería, como inmigrante legal o ilegal. Pero la frontera al mismo tiempo es una metáfora. Cruzar, traficar, mutar, moverse, son verbos que se conjugan todos los días en la vida de distintas personas para dar cuenta de situaciones que las ponen al borde, precisamente, de un límite. Puede ser el paso obligado para alcanzar la identidad o también un espacio estancado que desemboca en la necesidad de encerrarse en un gueto.