Formó su carrera literaria en bibliotecas. Autodidacta, abandonó la educación formal muy joven y se dedicó a conocer el ancho mundo. Viajero incansable, sus experiencias nutrieron sus relatos. London captura en estos cuentos el comportamiento humano a través de un intenso espíritu aventurero. Relatos entretenidos en los que destacan sus descripciones de la naturaleza y, especialmente, la relación del hombre con ese mundo salvaje.