Hacerse mayor implica aprender cosas nuevas, adquirir responsabilidades y establecer relaciones con otras personas. Estos cuentos, a través de personajes encantadores, mucho humor y una actitud optimista, tratan de aportar valores positivos al proceso de crecimiento, centrándose en los tres ámbitos fundamentales que componen el mundo infantil: el propio niño y sus sentimientos, la familia y los amigos.