En septiembre de 1955, el general Lonardi proclamó a Córdoba como la 'capital provisional de la República'. En 1969, las vanguardias obreras y estudiantiles la imaginaron como la capital de la futura patria socialista. Según distintos relatos, populares y académicos, Córdoba ha sido siempre la caja de resonancia de los conflictos nacionales, así corno el atalaya desde donde vislumbrar el rostro anticipado del país. En De la Revolución Libertadora al Cordobazo, César Tcach articula esos relatos con un preciso análisis de la política cordobesa, centrado en el gobierno y los partidos. Como todo el país, Córdoba conoció en esos años la democracia deslegitimada por la proscripción peronista, el pretorianismo militar y el juego de las corporaciones en el llamado 'parlamento negro'. Pero además se singularizó por el marcado desarrollo de las grandes empresas, la formación de un sindicalismo combativo y la existencia de una juventud estudiantil sumamente politizada. Asimismo, se distinguió por un fuerte componente tradicional: una 'aristocracia togada', de raigambre católica, que supo vincularse con empresarios, eclesiásticos y militares. Como subraya el autor, la provincia mediterránea vivió experiencias políticas fundamentales. Los conflictos se manifestaron en ella de manera exacerbada, poniendo de manifiesto su peculiaridad y también su decisiva influencia sobre la política nacional.