La sociedad argentina está obsesionada con el diálogo, aunque las conversaciones sinceras son exiguas y las restricciones para lograr un acuerdo político son enormes. Ante la posibilidad de bajar los brazos, este libro se propone rescatar la ética que nos construyó como país y rebatir el ideario populista, funcional a las crisis recurrentes. Sin contenidos en debate y viviendo en una inestabilidad crónica, todo parece jugarse en un presente absoluto, privados de la riqueza que significa poder articular el hoy con el mañana. Es que el populismo no es solo un modelo de construcción de poder: es también una cultura. El autor desarticula las simplificaciones que hicieron de una nación creativa una sociedad de escapismo, recorre con lucidez nuestros retos más urgentes y ofrece claves para fomentar una práctica sociopolítica orientada a devolver la esperanza en el futuro. La Argentina es un país con problemas, pero también un lugar de sueños colectivos. Deconstruir el populismo es un llamado a desafiar el statu quo, a la vez que una invitación a reconciliar la política y romper el ciclo perpetuo de expectativas seguidas de frustraciones.