Diario de Rosario es la crónica de los meses que una productora de contenidos audiovisuales independiente pasa en el corazón narco en la Argentina. Pero Diario de Rosario es mucho más que eso. Es la creación de una voz única, desenfadada e irreverente, la voz de una mujer que observa el mundo en torno y deja en evidencia los mecanismos de poder que subyacen a las estructuras (de gobierno, de trabajo, de la amistad, la familia). Una mujer que, en contra de educación e inercia de clase, ama a los policías y necesita los picos de adrenalina que le provee el trabajo para poder encarar la cotidianidad. Con ritmo de policial y una prosa adictiva, Paloma Fabrykant ha escrito una novela fascinante, que no da tregua hasta el punto final. "Cuando estoy limpia y descansada, el entusiasmo me rebalsa y salpico gotitas de luz para todos lados. Como esa vez que le ofrecí un chicle a un poli en plena requisa. El pobre tipo, hundido en la podredumbre de la villa, mostró sus guantes de látex impregnados de esa mugre indescifrable del fondo de los cajones, como diciendo '¿Qué puedo hacer?'. Ahí nomás pelé el chicle y se lo di en la boca."