En su cumpleaños, una madre discute con su hija mayor por unos saquitos de té. La hija se va de la casa pegando un portazo. Es la última vez que se ven. Unos días después, la madre se arroja al vacío desde el cuarto de un hotel céntrico en Buenos Aires. Este libro es una exploración literaria y a la vez visceral de ese suicidio. Más que preguntarse por qué, la hija y narradora recrea el antes y el después, las reacciones dentro y fuera de la familia, la trama de las relaciones, la noción del amor, el trauma y las estrategias para lidiar con él. En un mundo donde las apariencias priman, las convenciones son ampliamente aceptadas y parece haber amplias posibilidades, las mujeres viven y sufren mientras los hombres parecen circular como fantasmas.