"En 2009 me di cuenta de que, en paralelo con mi trabajo como novelista, había completado un auténtico estudio de psicología social y cognitiva. Para evitar apuestas frívolas con las ganancias acumuladas a lo largo de mi carrera literaria, empecé a confeccionar una lista de esos errores cognitivos sistemáticos, junto con notas y anécdotas personales¿ Pronto me di cuenta también de que semejante colección de escollos no solo resultaba útil a la hora de decidir en qué invertir, sino también para resolver asuntos comerciales y personales. Armado con mi lista, no pude evitar su atractivo¿ y especular con la posibilidad de obtener ventajas en mis negocios. Ahora disponía de categorías, términos y explicaciones con los que defenderme de la irracionalidad. La incapacidad de pensar con claridad, o lo que los expertos denominan un «error cognitivo», constituye una desviación sistemática de la lógica, del pensamiento y de la conducta óptima, racional y razonable. Con "sistemática" quiero decir que estos no se limitan a ser errores de juicio ocasionales sino más bien errores rutinarios, obstáculos frente a la lógica con los que tropezamos una y otra vez, repitiendo pautas a través de las generaciones y los siglos."