Ramoncito creció rodeado de libros antiguos y polvorientos, oscuros y silenciosos. Ramoncito creció sofocado por esos libros y vigilado por la mirada atenta de su padre, Pero ni la oscuridad ni el silencio pueden quedarse detenidos para siempre, porque la luz y el ruido de afuera suelen encontrar grietas por donde filtrarse. Y porque la oscuridad y el silencio de los libros también quieren entrar en movimiento...