México, abril de 2009. Los cuerpos de un par de agentes de inteligencia militar encubiertos, disfrazados de campesinos, están tirados a un lado del camino. A un lado de los cuerpos hay un mensaje en un pedazo de papel: “Nunca atraparán al Chapo”. Tal es la suerte de muchos que se han atrevido a tratar de atrapar al Chapo, o de oponerse a él.