Este es un libro sobre una familia francesa que en los años ochenta pasa sus vacaciones en una autocaravana, y en ella recorre Italia, Portugal, España, Grecia, Marruecos... Es una historia personal, ya que la familia es la del autor cuando era niño, pero también colectiva, porque todas las familias aspiran a acariciar la felicidad en vacaciones. Es también un libro sobre la infancia como paraÃso perdido; un homenaje de Ivan Jablonka a sus padres; una reflexión sobre la relación entre las generaciones y sobre el momento en que uno pasa a convertirse en padre y asume una responsabilidad hacia sus hijos. En sus páginas aparece una mirada histórica sobre Francia y Europa (y hay además pinceladas sobre Estados Unidos). Y asoman los horrores del pasado -el padre de Jablonka, además de profesor en Stanford, fue un huérfano de la Shoá- y la esperanza de poder construir un mundo mejor para las nuevas generaciones, siguiendo ese precepto de la Declaración de Independencia americana del derecho a «perseguir la libertad». Tras la desgarradora crónica de Laëtitia o el fin de los hombres, Jablonka toma aquà como punto de partida la experiencia personal. Y construye una obra concisa, estructurada en capÃtulos breves, con aire de cuaderno de apuntes de apariencia liviana, pero que es un auténtico compendio de experiencias universales. El resultado es un texto hÃbrido y mestizo, que se mueve sinuoso entre la narración Ãntima y el ensayo sociológico y cultural. Y es en ese cruce de géneros donde brota su seductora fuerza literaria. «Un libro iniciático modelado para salir indemne de la infancia y la adolescencia; una carta de un hijo a sus padres de una ternura infinita; un ensayo filosófico sobre el sufrimiento, la resiliencia y la felicidad, y un gran libro de historia que mezcla con sabidurÃa lo Ãntimo y lo universal» (Ph. C., Les Échos). «A través de los recuerdos de sus vacaciones familiares... Jablonka construye el retrato de una generación, sin caer jamás en el narcisismo» (Télérama). «Un soberbio autorretrato en movimiento, el fresco luminoso de un mundo desaparecido, el de los años ochenta, en el que la autocaravana era un modo de viajar, de pensar el mundo y de inventarse la propia libertad» (Alexandre Demidoff, Le Temps). «Después de Laëtitia o el fin de los hombres Jablonka vuelve a llegarnos al corazón, esta vez con sus recuerdos de infancia» (Gilles Chenaille, Marie Claire). «Una narración Ãntima que es al mismo tiempo una crónica de nuestra historia... Una recopilación de recuerdos personales y un pequeño tratado de sociologÃa del ocio de finales del siglo XX» (Philippe Ridet, Le Monde). «Jablonka esboza una sociohistoria de su infancia y transforma lo autobiográfico en un relato colectivo, en el retrato de una generación» (Le Figaro). «Viajes por carretera para descubrir el mundo, a los demás y a uno mismo» (Yann Perreau, Les Inrockuptibles). Edición realizada por convenio con Libros del Zorzal