Originalmente. las fábulas estaban escritas en verso y trataban temas muy diversos. Adela Basch y Luciana Murzi versionaron en prosa algunas de las clásicas fábulas de Esopo, La Fontaine y Samaniego para que sus protagonistas, los animales, puedan charlar e inventar canciones y poesías como si estuviesen jugando un juego.