Un futbolista marcó los cuatro goles de un partido que finalizó 2 a 2. Otro, más desventurado, anotó siete en un encuentro en que su equipo perdió... ¡8 a 7! Un árbitro danés detuvo un match para buscar la dentadura postiza que había perdido, uno inglés se autoexpulsó tras aplicarle un puñetazo a un jugador que protestaba. Un gol fue anotado por un perro y otro, ¡por una gaviota! Un equipo fue goleado por incluir un arquero manco; otro, porque sus futbolistas habían llegado con varias copas de más del casamiento de un compañero. Un defensor fue suspendido por una fecha a pesar de que, al momento del fallo, llevaba muerto más de una semana.