'¿Se amustia lo vivido cuando le dan palabra? ¿El después hablado lo traiciona? ¿Y qué le hace, dónde, cómo?' Juan Gelman interroga la realidad a través de una lengua hecha de incandescencias, oscuridades y pliegues. Los textos de Hoy, escritos después de las sentencias condenatorias a los asesinos y torturadores de Automotores Orletti, el centro clandestino de detención del barrio de Floresta durante la dictadura, progresan en ese territorio colectivo donde la técnica poética se fusiona con la inquietud del presente. En la senda inaugurada por País que fue será y revalidada luego por de atrásalante en su porfía y El emperrado corazón amora, los más de doscientos textos poéticos que componen esta obra representan una evolución en su escritura, un giro más que retórico: la continuidad sin sobresaltos de prosa y poesía en la composición, la alternancia de diatribas y elegías, los caminos del duelo expresados en formas breves. Y en las dedicatorias al pie, un homenaje a la amistad, 'la nación de sueños que sueñan todavía'.