Asi comienza: 'De niñoo conoci el olor de la muerte'. Y asi (logicamente) termina: 'Continuara...'. En el medio, cuatrocientas paginas de memorias cuyo etiquetado frontal debiera advertir: altas en emocion, agudisimas en cultura pop, refinadas, bestiales, amorosas, explicitas. Fito Paez paso el encierro pandemico recordando y escribiendo, repasando y puliendo episodios, ajustando cuentas y desarreglando todo lo demas, en un ejercicio de instrospeccion al que la palabra 'prodigioso' le queda pintada. De la infancia rosarina narrada en travelling virtuoso al apogeo de su juventud con la locura de El amor despues del amor, el recorrido es, como los mejores caminos, largo y sinuoso. Infinidad de escenarios, nombres, lugares, viajes, anecdotas, homenajes, borracheras... y la tragedia y el amormarcando el ritmo de un relato que parece rapsodia: una sumade partes que hace de este libro de memorias una larga cancion perfecta.