-Se nos está haciendo tarde -dijo contra mi oído. Me giré un poco entre sus brazos para ver su perfil. -¿A quiénes? -A ti y a mí. -¿Para qué? -Para irnos de aquí. Esas fueron las últimas frases que escuché dentro de la burbuja que era mi vida perfecta antes de hacerse pedazos en una sola noche. Me enseñaron a despreciarlo y repudiarlo, pero Alexander Colbourn tenía una extraña manera de colarse profundo en tu piel. Nunca esperé soportarlo, nunca esperé desearlo. Un pasado ajeno, un romance prohibido y un error que puede cambiarlo todo. Cuando el deber y el querer se encuentran, ¿Abandonas la batalla o sacrificas tu mundo perfecto por amor?