Esta obra exalta la capacidad creadora y el poder de la imaginación de Lispector. Las ideas que nutren estos ocho cuentos, escritos en 1940 y 1941 la primera parte y en 1977 la segunda, recrean una atmósfera a partir de situaciones cotidianas que terminan por despertar en el lector la sensación de lo insólito que gobierna nuestras vidas. Nadie resulta indiferente a esas ideas que estimulan el lado más creativo y bello que existe en cada uno de nosotros porque, como dice la narradora de "Una historia interrumpida", el nacimiento de una idea está precedido por una larga gestación.