Los libros con recetas cumplen su misión cuando tienen las páginas flojas de tanto dar vueltas y manchas que le hacen honor. La primera edición de este libro fue en 1989. La undécima, en 1999. Hace ya dieciocho años de esa última edición y quedan contados lectores y lectoras privilegiados que todavía lo consultan. Es tiempo de volver a ponerlo en circulación. La cocina divertida es, seguramente, uno de los pocos libros en Argentina que se usa como manual y biblia, que enseñó y sigue enseñando, que transmite tradición y calidez, que una abuela puso en manos de una madre y esa madre así se lo pasó a su hija. Es lo que Blanca Cotta ha querido comunicar siempre con sus recetas: cocinar, dice ella, en la contratapa de la ya legendaria primera edición es ¿inundar de amor toda la casa¿. Entonces y ahora, Blanca les dice a quienes la siguen que cada receta aprendida es el primer paso para soltar la imaginación después y que no hay mejor ingrediente que el humor para aderezar la vida.