Loris Zanatta explora la relación entre la política y la religión en la Argentina a partir de los años sesenta hasta la última dictadura militar, y descubre que la fuente de su historia es el mito de una nación católica. Un mito creado para unir, pero que alimentó el odio fratricida. Sólo durante la feroz dictadura católica del 76, una parte creciente de la Iglesia y de los argentinos comenzó a descubrir las virtudes del secularismo, la democracia política y el Estado de Derecho.