Cuenta la leyenda que cuando el pueblo qom llegó a orillas del rÃo Bermejo, siempreera verano. Los qom eran felices: bailaban y agradecÃan siempre al EspÃritu del Bien.Para el EspÃritu del Mal, en cambio, no habÃa canto ni baile. Y ese fue justamente elproblema. El EspÃritu del Mal planeó una venganza. Algo que nadie, ni el poderosoEspÃritu del Bien, podÃa deshacer. Un problema terrible para una leyenda tanhermosa que dan ganas de contarla otra vez y otra vez y otra vez. Una invitación a reflexionar sobre la condición cambiante del mundo enel que vivimos y sobre nuestra capacidad de adaptación. La mismanaturaleza que parece desafiarnos nos ofrece una respuesta, siprestamos atención.