Llegar a la vejez es un privilegio reservado para algunas y algunos. Para cada vez más gente, gracias a la ciencia, hoy además puede ser (salvo para quienes la transcurren agobiados por la pobreza) una fase especialmente creativa, dinámica, erótica y feliz como pocas otras de nuestras existencias. Para ello es necesario combatir el "viejismo", prejuicio social que se empeña en ofrecer una versión oscura de la ancianidad; también metabolizar los inevitables cambios y pérdidas a que nos expone el paso de los años. Si entendemos que la vejez es una etapa más, como la infancia y la adultez, que debemos llevar adelante aprovechando la sabiduría y la serenidad que le son propias, pueden ser años de mucha energía. Un tiempo de festejar y agradecer, de revivir los momentos más dichosos y celebrar las dificultades superadas. De dejarnos sorprender, emprender nuevas actividades y apostar por el amor vaciando la mochila de los sentimientos negativos que podamos haber acumulado en nuestro andar. De gozar de la proximidad de personas amadas, disponiendo de un tiempo libre que creímos no tener antes, ¡como si hubiera cosas más importantes! Pacho O'Donnell despliega un conjunto de ideas, historias y reflexiones sobre este momento que él mismo transita con plena conciencia de sus desafíos a la vez que imbuido de un espíritu decididamente vitalista. En la convicción de que con amor, amistad, placer, compromiso y lucidez, es posible hacer de esta la mejor etapa de nuestra vida.