En su libro de cuentos más osado y sorprendente hasta la fecha, Etgar Keret sigue deslumbrando por su capacidad para crear vínculos de empatía ante las situaciones más disparatadas. En el relato que le da título al volumen, un hombre al que ha dejado su mujer, cuyo hijo le ha dicho que es un cero a la izquierda y a quien incluso su obeso gato ha abandonado, es conminado por el dueño del circo en el que trabaja a sustituir al hombre bala. Ignorando las advertencias de los payasos que ante el delirio del público lo invitan a reflexionar sobre los peligros que aquejan semejante profesión, el hombre se mete a trompicones en el cañón y sale disparado muy fuera del blanco hasta hacer un boquete en la carpa del circo. Vuela y mira su ciudad, su mundo y a todos aquellos que lo han abandonado desde las alturas, y encuentra ahí su nueva vocación.