La mamá de Nacho está siempre nerviosa, triste o furiosa. Lo reta todo el tiempo y no lo deja salir a jugar al fútbol con sus amigos, ni ir al cumpleaños de la chica que le gusta. También le exige que practique una y otra vez para el próximo concurso de lectura de la escuela. Está tan empeñada en que gane el concurso que, si tiene que obligar a Nacho a tragarse los libros para conseguirlo, lo hará.