La escasez de estudios históricos sobre las últimas décadas del siglo XX parece abonar aquella afirmación popular que sostiene que los argentinos no tenemos memoria. En particular, esto se verifica ante el período comúnmente conocido como los setenta, un decenio que, en más de un aspecto, puede considerarse el más violento del siglo.Si los tomos anteriores de la trilogía Marcados a fuego confirman que la violencia es inherente a nuestra historia política, el presente volumen es el relato de su expresión desmedida. A partir de la asunción de Héctor Cámpora a la presidencia, el derrotero de los años setenta está signado por la exacerbación de los conflictos: los choques violentos en el interior del peronismo, las guerrillas montonera y marxista, la represión paraestatal, las luchas obreras, el terror como herramienta gubernamental de sometimiento, la huida hacia adelante del régimen con la guerra de Malvinas, hasta la elección de Raúl Alfonsín como presidente.