Sigue teniendo una lengua mordaz, una curiosidad insaciable, y por supuesto, sigue odiando la sopa. Mafalda, la niña mimada de Quino, cumple medio siglo desde sus inicios, allá por el año 1954, en la revista 'Esto es'. El nombre de Quino, pseudónimo bajo el que se esconde Joaquín Lavado, ha traspasado las fronteras de su país natal, hasta tal punto que Mafalda ha sido traducida a más de 20 idiomas, y el Nobel de Literatura, Gabriel García Márquez, aseguró hace unos años que "después de leer a Mafalda me dí cuenta de que lo que te aproxima más a la felicidad es la 'quinoterapia'. A través de Mafalda, su familia y sus amigos -Manolito, Felipe, Susanita, Libertad...- Quino ha dado su particular visión del amor, la guerra, la libertad, la represión, el psicoanálisis, el feminismo, la religión y el sexo. Bueno, y la sopa, claro. Para Quino, uno de los problemas que más ha sufrido durante su carrera como dibujante fue el periodo de censura que vivió en un país que pasó por una dictadura militar. Él mismo llegó a reconocer que pasó por etapas en las que tuvo que autocensurar sus tiras cómicas. "En las primeras redacciones que trabajé, me advirtieron inmediatamente de que había algunos temas que no podía tocar, como el sexo, los militares o la represión", ha comentado el dibujante argentino.