Con este libro empezó todo. Decir que la matemática está en la vida cotidiana y que, si se le pierde el miedo, puede ser una disciplina fascinante ya forma parte del sentido común. Pero no era así en los primeros 2000, cuando Adrián Paenza inauguró, con este texto, una manera única de divulgar la ciencia de los números. Millones de ejemplares vendidos, secuelas y reediciones, traducciones a otras lenguas, premios, talleres, clases y conferencias en todo el mundo: estas páginas se multiplicaron, se encontraron con sus lectores y lectoras y los convirtieron en fanáticos. Como pasa con las sagas exitosas, la primera entrega tiene algo especial, algo fundacional, que es la base y el sostén de todo lo que sucederá después. Estudiantes de secundaria se sorprendieron con una versión de Pitágoras que entendían por primera vez. Docentes lo usaron para explicar divisiones por cero y familias de primos de una forma diferente. Más de un comprador compulsivo de billetes de lotería decidió dejar de jugar al descubrir cuáles eran sus verdaderas chances de hacerse millonario. Otros dejaron de decir ¡No puedo creerlo, cumplís el mismo día que yo!. Alguna apasionada de la historia se sorprendió al encontrar en estas páginas a Sir Winston Churchill. Y varias personas de esas que dicen odiar la matemática leyeron alucinadas este libro sin notar que estaban entrando de lleno en un mundo que sentían negado para ellas. Clásico de clásicos es un elogio que les sienta bien a Matemática ¿estás ahí? y a su autor, el sorprendente Adrián Paenza. Queridos lectores y lectoras, pasean, vean, calculen, sumen, resten, entérense, diviértanse. Pocas veces un pequeño libro puede darnos tanto.