Nadie debe saber que Nina puede interpretar mensajes del universo. Conocer sus profecías. Porque para ella es toda una maldición. Ha sufrido acoso escolar desde pequeña y sabe que; si esta peculiaridad se diera a conocer; harían de su vida un infierno. Sin embargo; una noche descubre que algunos de sus compañeros de clase tendrán un accidente fatal; entre ellos Wayne; de quien tiene el peor de los recuerdos; y debe tomar una decisión de vida o muerte: ¿vale la pena exponer su secreto para salvarlos? ¿Sería capaz de no hacerlo? El problema es que; a veces; es imposible detener lo que ya ha comenzado. ¿Hasta qué punto somos capaces de dominar el destino?