Los sueños son la brújula que nos marca el camino a seguir y las metas que queremos alcanzar. Nos impulsan, nos fortalecen y nos permiten crecer. Si nuestros sueños son pequeños, nuestras posibilidades de éxito también serán limitadas. Renunciar a los propios sueños implica darle la espalda a la felicidad: quien no lucha por cumplirlos está condenado al fracaso el ciento por ciento de las veces. "Los sueños fortalecen las emociones, les dan armas a los débiles para que escriban su propia historia, renuevan las fuerzas de los impacientes, reaniman a los deprimidos, convierten a los inseguros en gentes de especial valor. Los sueños hacen que los tímidos tengan arrebatos de osadía y que los derrotados construyan oportunidades."