Al final de la Segunda Guerra Mundial, América del Sur se convirtió en albergue y hogar para decenas de miles de alemanes, austríacos y croatas que huían de la Europa arrasada. La Argentina fue para la mayor parte de ellos puerto de llegada y también destino privilegiado. Legalmente documentados o con papeles falsificados, entre esa multitud llegaron miles de nazis y centenares de criminales de guerra. Algunos de sus nombres, años después, serían titulares de los principales diarios del mundo: Adolf Eichmann, Joseph Schwammberger, Walter Kutschmann, Klaus Barbie, Joseph Mengele, Erich Priebke, Ante Pavelic, Gerhard Bohne, Dinko Sakic... Tras una paciente y minuciosa investigación, Jorge Camarasa revela en Odesso al Sur los entretelones de la compleja operación que aseguró el éxito de esa inmigración inquietante, quiénes apoyaron a los exiliados, qué actividades desarrollaron en el país, con qué regímenes y gobiernos se comprometieron. Tuvieron que pasar más de seis décadas para que los argentinos empezáramos a asimilar el papel que nuestro país desempeñó en la protección de esos criminales, así como los costos políticos que trajo aparejados esa terrible aventura.