Cuando comencé a imaginar este libro pensé en lo difícil que sería elegir recetas que le hicieran justicia a lo que significa la pastelería para mí: el primer amor en la cocina. Entonces me embarqué en la improbable tarea de clasificar las cien mejores que me acompañaron en mi paso por restaurantes, televisión, clases de cocina y viajes, para presentarlas desde un enfoque innovador y fresco. Me esmeré en que fuera una pastelería posible, diversa, basada en la confiabilidad de las fórmulas y la meticulosidad de los procedimientos, pero que también contara historias, que homenajeara a los clásicos, y en donde la fruta, los colores y la luz del sol fueran protagonistas. Encontrarán en estas páginas anécdotas personales, detalles históricos y curiosidades que respaldan cada receta y ambicionan evocar una emoción.