Dicen los promotores del fin de la historia, tan anunciada en los años noventa del siglo XX, que la humanidad ya no tiene nada que esperar porque ha encontrado su forma más acabada, más perfecta. La democracia y la economÃa liberal se han convertido en el punto de llegada insuperable. Decidido a mostrar los lÃmites de esta ideologÃa edulcorada del presente, Marc Augé vuelve la mirada sobre nuestra actualidad para repensarla fuera del corset de la supuesta igualdad globalizadora. AsÃ, discute en qué medida el arte, la literatura, los medios e internet pueden contribuir al pensamiento crÃtico y en qué medida se tornan dispositivos de conformismo o vigilancia; describe la "cosmotecnologÃa" que organiza la vida de las personas, conectadas a aparatos electrónicos mÃnimos para acceder al caudal de imágenes, mensajes y ofertas de consumo; analiza la emergencia de formas religiosas burdas o intolerantes, y se remonta a la Grecia antigua para encontrar un ejemplo de ciudad dispuesta al debate. Pero el eje de sus preocupaciones pasa por la educación y la desigualdad, por las brechas que no cesan de ensancharse: brecha entre los más ricos de los ricos y los más pobres de los pobres, entre la suma de conocimientos acumulados en los laboratorios cientÃficos mejor equipados del planeta y el estado de ignorancia en el que es mantenida la mayorÃa de la población mundial. Augé propone revertir esta tendencia y hacer de la educación nuestra utopÃa última, tan necesaria para la ciencia como para la sociedad. Con audacia y convicción, insta a la antropologÃa a plantear las preguntas de las que depende el porvenir del hombre, entre ellas, cómo construir un proyecto con fuerza movilizadora que escape a la tiranÃa del presente y a cualquier otra tiranÃa