Hay una exquisita tradición que presta atención a lo que habitualmente se ignora, a los dominios de lo fantástico. Rasga el previsible telón de la realidad, el tranquilizador espejo donde nos miramos, y deja libre lo extraordinario. Las apariciones nocturnas, los muertos que se resisten a morir, los fantasmas del bien y del mal, los encuentros fortuitos que avergüenzan a la lógica, los sueños proféticos, las voces de otro mundo que habitan en este. Los cuentos de Un tiempo en la oscuridad se inscriben con honores en esa tradición. Breves e inquietantes, están escritos desde el más genuino asombro y asombran al lector. Con arrojo y felicidad, se rinden ante la incertidumbre. La prosa elegante y precisa de Jorge Accame nos invita al corazón de lo extraño. Es imperdonable no aceptar la invitación.