En cada región americana los jinetes dieron forma a una cultura singular. Hombres libres que se procuraban sus propios recursos, viviendo un poco por aquí y otro poco por allá, los jinetes eran los mejores en la doma de potros y enlazando y arreando vacas. Según el país, se los ha llamado gauchos, gaúchos, huasos, llaneros, vaqueros, charros, cowboys... La población campesina mantuvo como tradición la cultura de los antiguos jinetes: el aprecio por los caballos, las formas de vestir, los juegos y entretenimientos, las historias que se relatan como leyendas o creencias. Todo esto -además de refranes, consejos, chistes y coplas- se narra en ¡Ahijuna! Cuentos y cantos de jinetes americanos.