El tren está listo para partir. Nicanor y su mamá dejan su pueblo para mudarse a la gran ciudad. El camino es largo y muchos de los pasajeros duermen, quizás para no pensar en todo lo que dejan atrás. Pero Nicanor está bien despierto y avanza de vagón en vagón sin imaginar que junto a él viaja un secreto que lo acompañará para siempre.