Queridos amigos: La mayoría de peces, una vez que la madre ha puesto los huevos y el padre los ha fertilizado, dejan los pequeños huevos a su suerte. Sin embargo, ¡hay excepciones! Los caballitos de mar, el pez espinoso, la tilapia, el kurtus, el pez león o el pez trompeta, por ejemplo. No es solo que los huevos estén bien cuidados, sino que, sorprendentemente, es el padre quien lo hace. Puede parecer raro, pero es cierto. Y esa es la historia que os traigo en este cuento. Espero que os guste mi historia.