Arrastrada por el viento, una araña muy trabajadora acaba en un poste de madera. Allí decide empezar a tejer su telaraña. Uno a uno, todos los animales de la granja pasan a su lado y quieren hablar con ella. Pero la araña, tan trabajadora, no les dice nada y sigue tejiendo su tela, hilo a hilo, hebra a hebra. Hasta que llega la mosca...