La estrategia de la lucha armada como camino hacia la toma del poder caracterizó el accionar de un importante sector de la militancia argentina de los años sesenta y setenta, y es aún motivo de intensas polémicas. Dos agrupaciones, Montoneros, de profesada filiación peronista, y el Ejército Revolucionario del Pueblo (ERP), de filiación marxista, fueron las expresiones más notorias del fenómeno que encandiló a un sector juvenil, en particular, del ámbito estudiantil y profesional. Como bien señala el autor, se trata de desentrañar qué condujo a estas organizaciones a la lógica "de abrazar la violencia y llevarla al punto límite de la política: la guerra", a sabiendas de que enfrentar al Estado y sus fuerzas armadas y policiales constituía "una aventura destinada, desde el vamos, al fracaso". Porque, más allá de numerosos errores tácticos, lo que les impidió tomar ¿el cielo por asalto¿ fue su propia miopía teórica y política, sus analogías sacadas de contexto y la reproducción mecánica del esquema de la "guerra civil, prolongada, integral y revolucionaria, como se cansaron de definirla en sus libros, proclamas y congresos". Los jóvenes que abrazaron esa causa se miraban en el espejo de la Cuba revolucionaria y se alentaron con el triunfo de la guerrilla vietnamita sobre el ejército de los Estados Unidos. Pero la Argentina resultó no ser Cuba ni Vietnam... Con la solidez documental que lo caracteriza, este trabajo de Vicente Massot, autor de Matar y morir. La violencia política en la Argentina (1806-2011), analiza los preceptos de los teóricos de la lucha armada, su desarrollo en el transcurrir de los años, y echa luz sobre su fallido intento de imponer el socialismo por la vía revolucionaria. Un aporte imperdible para entender un pasado vigente.
