Sentado en una mesa del México City, bar situado en el Barrio Rojo de Ámsterdam, Jean-Baptiste Clamence le cuenta a un desconocido (acaso al propio lector), sus inicios como abogado de éxito en París hasta su posterior alejamiento del suntuoso mundo de la alta sociedad francesa para finalmente ir a parar a esa ciudad, oscura y húmeda, cuyo aire de último círculo del infierno de Dante le parece la más apropiada para vivir. Encadenando una serie de monólogos, Camus emplea la figura de Clamence para abordar temas como la culpa y la deformación de los valores y así bucear dentro de su visión existencialista de la filosofía.