En La dama del lago (1943), la cuarta novela de Raymond Chandler, el detective Philip Marlowe investiga la desaparición de dos mujeres: Crystal Kingsley, esposa de un rico empresario, y Muriel Chess, mujer del cuidador de la finca de los Kingsley en el lago Little Fawn. En realidad a Marlowe no le importa lo que les haya ocurrido (no le pagan por su sensibilidad), pero descubrir la verdad será un imperativo cuando se dé cuenta de que su vida está en juego.