Una mujer despierta en un auto volcado en plena avenida nocturna. Hay humo y olor a nafta. Apenas siente sus piernas, el alumbrado público que entra desde afuera y los vidrios incrustados en su espalda. Descubre que ella es la conductora y, al instante, oye una voz dulce y delicada que la nombra. En el asiento de atrás viajan también una joven de quince años y un perro. La mujer no recuerda quiénes son, ni qué están haciendo ahí. Lo único certero es que están vivos. La historia comienza cuando volvemos al pasado, ahí donde la narradora, Paulina, todavía está ilesa. Se separa de su pareja y emprende un viaje en su Peugeot 307 hacia la costa sur con Maite, su compañera de oficina, y con Gallardo, su perro.