María Domecq debería estar muerta según los cánones de la medicina. Noboru Yokoi debería estar muerto según los cánones de la historia. Uno es japonés, la otra es argentina. Juan Forn no conoce a ninguno de los dos, aunque ambos son sangre de su sangre. Encarnan el secreto mejor guardado de una familia en cuyo pasado se entretejen la génesis de la ópera Madame Butterfly y la barbarie de la Guerra del Paraguay, los códigos de honor navales y la Semana Trágica de 1919, la bomba atómica de Nagasaki y una comunidad utopista en el corazón del Brasil actual. En un momento crucial de su vida, después de sobrevivir a un coma pancreático, el protagonista conocerá a María Domecq y a Noboru Yokoi, aprenderá de ellos cómo lidiar con el miedo a morir y con el miedo a vivir, y enfrentará la historia familiar silenciada y las contradicciones que él mismo lleva inscriptas. En el cruce entre la historia íntima y la Gran Historia, Forn fabrica una potente máquina de narrar en torno de la decadencia de una clase y del poder curativo del amor en cualquiera de sus formas. A diez años de su publicación, esta novela consagratoria resiste intacta al paso del tiempo y propone renovados pactos de lectura.