18 de julio de 1976, Juegos OlÃmpicos de Montreal. Nadia Comaneci, una jovencÃsima y desconocida gimnasta de un paÃs remoto, RumanÃa, ejecuta su ejercicio en las barras asimétricas. Un ejercicio perfecto. La niña de catorce años deja a todos patidifusos y hace saltar por los aires el marcador electrónico, que no preveÃa la posibilidad de que un ser humano alcanzara la perfección. Nadia obtiene el primer diez en gimnasia de la historia olÃmpica. A partir de ese momento epifánico, la historia de la pequeña Nadia es la de una criatura adorable que conquista el corazón del mundo entero: el «hada de Montreal». Pero también la de una niña que en poco tiempo se hace mujer y es sometida por ello a un juicio implacable: «la magia se ha esfumado», sentencia un titular de la época. Y la de una adolescente que vive bajo el régimen comunista de Ceau?escu, encumbrada a la categorÃa de héroe nacional. Y la de una chica sometida a la vigilancia de la Securitate y al asedio de Nicu, el siniestro hijo del dictador. O la de una mujer que, un mes antes de la revolución que derrocará y ejecutará al Conducator, protagoniza una fuga de pelÃcula a través de la frontera con HungrÃa y llega a los Estados Unidos como refugiada polÃtica para descubrir que el sueño americano no es precisamente un cuento de hadas. En todas esas Nadias hurga y rebusca Lola Lafon. Pero no como biógrafa, sino como novelista. A través de un intercambio fabulado de correos y conversaciones telefónicas con la propia Nadia Comaneci, teje una especie de documental ficcionado que llena «los silencios de la historia y los de la protagonista». Y asà puede hablarnos sobre la dictadura que reina sobre el cuerpo femenino, siempre sometido a exigencias de eterna juventud. Y sobre la utilización de los mitos populares, en este caso por parte de la propaganda del régimen rumano. Y sobre la RumanÃa de los años ochenta, la de la carestÃa y el racionamiento, la de los decretos demográficos, la del matrimonio Ceau?escu más recalcitrante, la del sistema de control y espionaje paranoide de la Securitate. Poniendo voz ?aunque sea inventada? al hada que encandiló al mundo en 1976, en fin, Lafon reinterpreta su historia personal y la de la Guerra FrÃa antes de la caÃda del Muro.