Toda selección es arbitraria, a veces responde a un plan, otras al azar. Elegí para este libro seis textos arbitrariamente, con la ilusión de sorprender al lector con alguna diversidad. Escenas de tres personajes, de cinco, de once, un unipersonal, problemáticas diversas, los ámbitos dispares de una plazoleta urbana, una escuela primaria, el patio de una cárcel, un bar, el Purgatorio. Falsa ilusión. Una vez definido el conjunto, con la primera relectura comprobé mi fracaso. ¿Es posible que el universo de uno sea tan pequeño? ¿Que se termine hablando de una forma o de otra siempre de lo mismo?