Iván Dragó participa en un concurso de juegos. Inventa un juego y recibe una carta en la que le dicen que ha resultado elegido entre otros diez mil chicos. Esta situación le cambia la vida. Sus padres desaparecen y se ve obligado a vivir primero con su tía y luego con su abuelo, el famoso inventor de juegos Nicolás Dragó. En la ciudad de Zyl, cuna de los juegos, se abrirá para él un mundo de aventuras y misterios.